El año 1273, el rey Jaume I donó el manantial de la Font de Vinatxos a la población de Morella para que se abasteciese de agua. Así pues, a finales del siglo XIII se iniciaron las obras del primer acueducto y se proyectó una sencilla canalización de tierra cocida.
Con el rey Jaume II, se finalizó el proyecto con la creación de un segundo acueducto y, en 1359, se llevó el agua hasta dentro de la población, hasta la conocida hoy en día como la Font Vella.
Actualmente, la Font de Vinatxos cuenta con un abrevadero para el ganado.
El conjunto formado por la Font de Vinatxos, las tuberías, los arcos de Santa Llúcia y la Pedrera, y el aljibe, forman parte del conjunto patrimonial del Acueducto de Morella o Acequia Real, declarado de Bien de Interés Cultural.